20 oct 2020

Testamento

Cuando muera no quiero que me entierren.
Quiero que me cremen y tiren las cenizas a donde les dé la gana, sea tierra, agua o aire. Por el fuego ya habré pasado.
No quiero que se sientan "atados" a dos metros cuadrados de terreno en donde en realidad no estaré.
Si me quieres buscar, ya sea para platicarme algo, para recordarme o para ayudarte a llorar, búscame en donde he dejado la vida.
Búscame en mi libro favorito; en los dientes de león o en las nomeolvides.
Búscame en las rosas amarillas, en las piedras de río o en el cielo del desierto.
Si me quieres para consolarte, busca un gato, al más hosco que encuentres y hazlo que te escuche a fuerza de caricias.
Y si no quieres saber más de mí, simplemente olvida que un día me conociste. 

No te haré visitar de tanto en tanto un trozo de tierra en donde no estaré.