10 feb 2013

Tocar fondo

Al precipicio, 
en caída con obstáculos, 
a ratos sin sentirlo 
y a ratos desgarrando.

Ahí donde convergen
tu olvido y tu desdén,
tu camino y tu destino
y se borran al instante.

Ahí me quedo yo,
lamiendo mis heridas,
arrancándome las plumas
e inmolando la pasión.

Esperando.

Y como el tiempo no perdona,
mi cuerpo y mi mente empiezan
a olvidar.

Y perdonan.

Al menos, eso creo...

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